Enzo, que cumplirá 22 años el 17 de enero de 2023, elegido mejor futbolista joven del torneo, y Álvarez, de 22, son dos de las caras del tercer título mundial de Argentina, tras los de 1978 en casa y 1986 en México.
Enzo Fernández era «bajito y gordito» para ser futbolista, pero el seleccionador juvenil Gabriel Rodríguez apostó por sus cualidades y ahora está «encantado» de ver al jugador del Benfica proclamarse campeón del mundo con Argentina.
«Verlos ganar es muy emocionante, porque los conocí cuando eran muy jóvenes y que levanten la Copa del Mundo es algo que quedará en mi mente hasta los últimos días de mi vida», confesó el canterano riverplatense, refiriéndose también a Julián Álvarez, del Manchester City, otra de las figuras del equipo «albi-celeste» en Qatar.
Enzo, que cumplirá 22 años el 17 de enero de 2023 y fue elegido mejor futbolista joven del torneo, y Álvarez, de 22, son dos de las caras del tercer título mundial de Argentina, tras los conquistados en 1978 en su país y en 1986 en México.
«Somos entrenadores y queremos que los chicos lo hagan muy bien, pero predecir que esto les pasaría a estas edades… Sinceramente, no pensé que fueran a experimentar esta realidad. Eso es lo que nos llena de satisfacción», declaró a EFE el entrenador, de 62 años.
El coordinador de las inferiores del Millonario, descubridor de talentos como Marcelo Gallardo, Javier Saviola, que también pasó por el Benfica, y Pablo Zabaleta, reveló que conoció a Enzo Fernández cuando tenía apenas seis años y jugaba en el Recova, un modesto club de barrio de San Martín, en la provincia de Buenos Aires.
«Bajito y algo gordito», el jugador del Benfica, que ahora mide 1,78 metros y pesa alrededor de 76 kilos, tuvo dificultades para establecerse en el emblemático club argentino, encontrando su lugar en el equipo B a los 17 años hasta que llamó la atención de Marcelo Gallardo, pero después de un préstamo.
«Enzo me insinuó una o dos veces que quería dejar el club, no porque quisiera, sino porque quería jugar, pero nunca quise darle el pase. Siempre confié en él y siempre supe que, tarde o temprano, se impondría».
En 2020, el centrocampista fue cedido a Defensa y Justicia hasta que regresó a River Plate y fichó por el Benfica.