En la víspera del Atlético de Madrid-Real Madrid (1-2), los aficionados colchoneros profirieron cánticos racistas en dirección a Vinícius Júnior.
El derbi entre el Atlético de Madrid y el Real Madrid disputado este domingo en la capital española se vio empañado por escenas desafortunadas de los aficionados colchoneros, que entonaron cánticos racistas en dirección a Vinícius Júnior, el extremo merengue, antes del pitido inicial.
Vinícius acabaría respondiendo a los cánticos en el campo, ayudando al Real Madrid a conseguir la victoria en el Wanda Metropolitano, y el propio Atlético reaccionó rápidamente a la situación, anunciando que castigaría a los socios que se identificaran con la retirada de esa condición.
Este miércoles le tocó a Miguel Ángel Gil Marín, consejero delegado del Atlético de Madrid, condenar enérgicamente el episodio grabado, garantizando que los responsables de los cánticos no representan los valores del club, siendo una «minoría».
«Conozco muy bien a nuestros seguidores y es inaceptable que piensen que son racistas. Estos gritos de una minoría que nos avergüenza no pueden empañar la imagen del club, ni los sentimientos y el comportamiento de la inmensa mayoría», comenzó defendiendo, en declaraciones reproducidas por el diario Marca.
El directivo aseguró que el Atlético ha demostrado a lo largo de los años que «repudia este tipo de comportamientos, que se han convertido en una lacra de la sociedad», subrayando que el club ha abierto 433 expedientes contra «comportamientos contrarios a los previstos en el reglamento interno», que han supuesto la expulsión de 51 socios.
«Seguiremos siendo duros en estos temas, ya que sabemos que un acto aislado de un aficionado es suficiente para arruinar todo nuestro trabajo. Es un riesgo al que se expone cualquier club, pero no bajaremos la guardia», prometió Gil Marín.
El directivo también reaccionó a las palabras de Pedro Sánchez, el presidente español, que lamentó que el Atlético de Madrid no haya adoptado medidas más duras, al considerar que la lucha contra el racismo «es una labor de todos».
«Nos acusan cuando en realidad somos víctimas», añadió, antes de enviar un comentario a los medios de comunicación, pidiéndoles que no creen «campañas basadas en manifestaciones exageradas».
«Los profesionales del sector deben ser más cuidadosos con las palabras, los hechos y las acciones que llevan adelante. El fútbol, con la pasión que se vive, amplifica cada error. No entendí por qué cambiaron el sentido de las declaraciones de nuestro capitán [Koke]mezclándolos con una frase racista de alguien ajeno a nuestro club… Esto creó un clima de tensión innecesaria e incómoda antes de un partido de máxima rivalidad deportiva. Ha llegado el momento de pedir responsabilidad y profesionalidad a todos los implicados en el mundo del fútbol», concluyó el consejero delegado colchonero.
