Los robots aspiradores son cada vez más una valiosa ayuda para el hogar, ya que automatizan las tareas que menos nos gusta hacer, como aspirar periódicamente la casa. En este sentido, fabricantes como iRobot, marca líder del mercado gracias a su Roomba, ha apostado por mejorar la navegación para que el robot sepa lo que tiene delante y pueda sortear mejor los obstáculos.
Pues bien, qué mejor manera de enseñar al robot que mediante una cámara montada en su parte frontal. Un sensor de imagen con un objetivo gran angular para que los algoritmos de Inteligencia Artificial aprendan gradualmente qué es un obstáculo fijo, un obstáculo en movimiento o incluso excrementos de animales, y los eviten hábilmente.
Imágenes tomadas por el robot aspirador Roomba J7
Sin embargo, un robot aspirador iRobot Roomba J7 ha captado, al parecer, imágenes sensibles de una mujer utilizando el inodoro mientras aspiraba la casa. De alguna manera que se nos escapa, estas imágenes acabaron en Internet.
Naturalmente, el caso está suscitando inquietud y generando cierta indignación por lo sucedido.
La mayoría de las imágenes tomadas son perfectamente anodinas y mundanas
Aunque el robot, al final de cada sesión de limpieza, pide permiso al usuario para enviar las imágenes de posibles obstáculos captadas durante la operación, estas imágenes no deberían haberse expuesto.
Parece que la culpa es del responsable del robot de limpieza y no precisamente de la aspiradora inteligente.
Tenga en cuenta que los robots disponen de varios sensores y tecnología avanzada que les permiten navegar por la casa y evitar chocar con obstáculos, por ejemplo. En concreto, se trata de características presentes en los modelos superiores como el Roomba J7.
Son funciones útiles que permiten, por ejemplo, identificar objetos, cartografiar con precisión la vivienda, referenciar zonas que necesitan más limpieza, entre otros fines.
Una fotografía sensible fue expuesta indebidamente en Internet
Sin embargo, este elemento de la Roomba J7s resultó ser mal utilizado, aunque las imágenes fueron captadas inicialmente por error.
Lo cierto es que como señaló MIT Technology Review tuvieron acceso a 15 imágenes que circularon en foros y redes sociales en Venezuela.
Como podemos ver en las imágenes, la mayoría son perfectamente anodinas. Sin embargo, además de muebles, perros, gatos y enseres domésticos, tenemos lo que parece ser la foto de una mujer sentada en el retrete.
La imagen presentada a continuación, la foto incendiaria, muestra a una persona sentada en el retrete con los calzoncillos bajados. Naturalmente, algo que nunca debería haber salido a la luz, ya que iRobot ya se ha pronunciado sobre el caso.
Según la propia iRobot, el caso tuvo lugar en 2020 y solo fue posible gracias a una versión del robot aspirador con modificaciones de software realizadas por un tercero. En otras palabras, que no están presentes en los productos de consumo.
Sin embargo, la empresa estadounidense iRobot ha confirmado las imágenes filtradas. Sin embargo, señala que los usuarios conocían la recopilación de datos realizada por la versión modificada del Roomba J7.
Unidades experimentales utilizadas para desarrollar su IA
También según el fabricante, los robots aspiradores en cuestión estaban identificados con una pegatina verde con el mensaje: «Grabación de vídeo en curso». Además, la marca dijo que era responsabilidad de estos usuarios «retirar cualquier material que consideren privado de los espacios en los que trabajaría el robot».
Parece que estos robots aspiradores de iRobot eran unidades de prueba y desarrollo. Al parecer, las aspiradoras se facilitaron a los empleados de la empresa ScaleAI para su uso convencional con el fin de recopilar toda la información necesaria para entrenar el software de los robots.
Este material recogido por los aspiradores se distribuía después a los demás empleados de la empresa en todo el mundo. En otras palabras, era el fin de la confidencialidad para las personas grabadas en vídeo.
Al final de cada sesión, el usuario puede borrar o enviar las imágenes capturadas
Ten en cuenta que, como salvaguarda, el Roomba J7, a través de su app iRobot revisa cada foto capturada durante las sesiones de aspirado. Es decir, sólo con la aprobación del usuario registrado en la cuenta y el producto, puede enviar estas imágenes a las bases de datos de iRobot para «alimentar» los algoritmos de IA.
Encontrará más detalles en la página del producto, en el sitio web de la marca. De todos modos, las unidades disponibles en el mercado en Portugal están radicalmente más protegidas y sin posibilidad de grabación de vídeo.
Finalmente, iRobot confirma que tras el caso, con la violación de la privacidad, se ha puesto fin a la asociación con ScaleAI. Sin embargo, no sin que antes las imágenes hayan llegado a Internet en un claro lapsus, o acción de mala fe por parte del elemento humano.