Alain Béral, vicepresidente de «KFC Francia», habría hablado a título personal y en un acto al que asistió como presidente de la Liga Nacional de Baloncesto, asegura la empresa en un comunicado
Kylian Mbappé acabó participando en la sesión de fotos de la selección francesa con patrocinadores tras recibir la promesa de que la federación de fútbol cambiaría el acuerdo de marketing y derechos de imagen que la vincula a los jugadores, pero no se libró de las quejas de un responsable de KFC Francia, el vicepresidente Alain Béral, que dijo que era «un capricho» del deportista. Sin embargo, la empresa ha rectificado desde entonces estas afirmaciones, diciendo en un comunicado que se hicieron a título personal y no en nombre de KFC Francia.
«Estas son opiniones personales, que no reflejan en absoluto la posición de la empresa. Las palabras que se dijeron ayer (martes) y que se han difundido esta mañana (miércoles) en los medios de comunicación. KFC Francia también desea aclarar que Alain Béral no habló en nombre de la empresa, sino en el contexto de una conversación privada durante un evento relacionado con sus funciones como Presidente de la Liga Nacional de Baloncesto. KFC Francia confía plenamente en la capacidad de la FFF para aportar soluciones satisfactorias a todos sus socios, así como a los jugadores, incluido Kylian Mbappé. La asociación concluida entre KFC y la Federación (…) siempre ha sido un motivo de orgullo para la empresa», escribió la compañía.
Mbappé y otros jugadores afirman que tienen derecho a elegir en qué campañas publicitarias participar y el delantero del PSG se ha negado anteriormente a entrar en acciones para empresas de comida rápida y de apuestas. La otra queja es que la federación debería hacer campañas por igual entre todos los jugadores, para no generar cansancio y desgastar la imagen de los más demandados.
Hay que señalar que la negociación con la federación tuvo lugar, dicen en Francia, tras la intervención de la ministra de Deportes, Amélie Oudéa-Casterá. Ya este miércoles, Varane, uno de los capitanes de la selección, dijo que era una «queja simple, lógica y legítima».
